El cultivo hidropónico en casa

Seguro que a estas alturas ya sabes que no es necesario tener un gran terreno ni un jardín para tener tu propio huerto. La tendencia de los huertos urbanos ha llevado hasta nuestras terrazas y balcones de cualquier ciudad el autoconsumo, pero puede que todavía se pueda ir más allá. Existe un método de cultivo por el que no es necesario cargar sacos de kilos de tierra cada vez que se quiere plantar un calabacín.

Se trata del cultivo hidropónico, un tipo de cultivo que, en los últimos años, ha ido ganando adeptos. De hecho, la hidroponía casera se conoce como la agricultura del futuro.

Los cultivos hidropónicos o hidroponía son plantaciones basadas en un método que prescinde de la tierra para sustituirla por sustratos varios. O, sin más, por ninguno de ellos, en este caso utilizando agua enriquecida con soluciones minerales nutritivas.

Se trata, por lo tanto, de una técnica de cultivo revolucionaria por su mínimo o nulo uso de los recursos, revelándose como una solución de sostenibilidad sin posible parangón con la agricultura tradicional.

Más allá de su aspecto innovador, el cultivo hidropónico está consolidado como un tipo de agricultura con grandes perspectivas de futuro, si bien sus orígenes son bastante antiguos, remontándose a los inicios de la civilización helénica. Sin ir más lejos, los famosos jardines colgantes de Babilonia se basaban en técnicas hidropónicas.

 

La importancia de la luz

Como avisa el MIT, en un informe recogido en el 2015, los sistemas hidropónicos no requieren pesticidas, suponen un ahorro de mano de obra, demandan menos agua y espacio que los sistemas agrícolas tradicionales y pueden ser apilados, si están equipados con iluminación led, un tipo de luz crucial para la calidad de un cultivo. Por lo que las verduras cultivadas en un sistema hidropónico pueden ser más nutritivas que las que se cultivan en el suelo. 

Entre los beneficios de este sistema podemos encontrar que:

– Limitan la pérdida de biodiversidad acuática mediante el desarrollo de procesos de destilación más rentables.

– Producen algas para biocombustibles y limitan la recolección de combustible abrasivo y dañino para el medio ambiente.

– Amplían nuestra capacidad de suministro de agua dulce, alimentos y estabilidad económica a las comunidades áridas.

– Sirve para que la tierra repose y se recupere de anteriores cultivos. De esta forma gana fertilidad de nuevo, por lo que es bueno para combinarlo con sistemas más tradicionales.

 

Ventajas de hacer un cultivo hidropónico en casa

En lo que se refiere a casa, son varios los beneficios y las ventajas que podemos encontrar en la hidroponía, los cuales conviene conocer para saber qué podemos obtener y por qué se considera parte de un sistema de agricultura ecológica, siempre que se haga buen uso del agua. Así, las principales ventajas y beneficios del cultivo hidropónico son:

  • No es necesario tener mucho espacio, por lo que se puede usar en casa y es más económico, pues la tierra rinde más y el cultivo es intensivo.
  • No depende tanto de las condiciones climáticas. Esto permite que haya más variedad de cultivos durante todo el año.
  • Es más difícil que las plantas tengan plagas, enfermedades y, además, no puede haber malas hierbas.
  • Se asegura una humedad adecuada constante.
  • Mejora mucho la calidad y la cantidad de la producción.
  • Se evita el malgasto de agua, pues se raciona y reaprovecha. 

Cómo tener tu huerto hidropónico en casa

Se podría usar cualquier espacio de la casa como paredes, techos o terrazas siempre que el espacio tenga luz solar al menos 6 horas al día, que la fuente de agua y los nutrientes necesarios estén cerca y se le pueda proteger de mascotas y lluvias o vientos.

Como soporte hay una amplia variedad de recipientes que podemos utilizar. Como, por ejemplo, macetas, vasos pequeños de plástico o botellas de varios litros. El tamaño dependerá según lo que queramos plantar.

En el Manual Técnico del Instituto de Nutrición de Centro América y Panamá (INCAP) recomiendan a los principiantes botellas de plástico de dos litros para el cultivo de acelgas, cebolla, lechuga o perejil. También se pueden usar cajas de madera, en las que meteremos bolsas plásticas -de unos 10×10 cm-, para plantar tomates o pimientos.

Por lo tanto, la ausencia de malas hierbas, la baja o nula concentración de pesticidas, el posible uso de áreas desérticas o de casi cualquier otro lugar para su desarrollo y su gran sostenibilidad son importantes puntos a su favor que nos acercan a un mundo más ecológico.

 

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