Suelos sanos y técnicas para conservar la cosecha

Cada vez son más las voces que defienden la importancia de tener suelos y terrenos sanos no solo como forma de frenar el cambio climático sino, también, por lo que depende nuestra salud de ellos. Hoy hablamos de algunos de esos métodos para tratar la tierra entendiéndola, y al final te daremos algunos consejos para conservar los productos de la cosecha del huerto y poder disfrutar de ellos durante todo el invierno.

 

 

En los últimos años numerosos expertos abogan por implantar técnicas de agricultura regenerativas como camino para equilibrar el clima ya que los suelos sanos son capaces de retener mucho más carbono que la atmósfera y las plantas que viven en la superficie del suelo juntas.  Este hecho es importante porque forma parte de un ciclo natural: los seres vivos exhalamos carbono, las plantas lo absorben y expulsan el oxígeno que nosotros respiramos.

 

Las prácticas invasivas de la agricultura industrial como el abuso de pesticidas y el arado mecánico, son algunos de los motivos que impiden completar este ciclo vital, pues acaban con los microorganismos que habitan bajo tierra impidiendo el ciclo natural. Además provocan la ruptura del suelo y aceleran la desertificación.

 

Los suelos, las plantas y el planeta están conectados, y también nuestra salud, pues gran parte de los pesticidas que se utilizan en los grandes cultivos son ingeridos a través de los alimentos y dañan irreparablemente nuestro sistema. Por eso, mejorar la salud del suelo significa mejorar la salud de las personas.

 

Para cambiar la forma de cultivar recomiendan cuatro acciones básicas: disminuir la perturbación mecánica, diversificar los cultivos, mantener las raíces vivas y utilizar abono verde, como el compost, algo que todos nosotros podemos aportar y podemos hacer desde el hogar. 

 

 

TÉCNICAS PARA CONSERVAR LA COSECHA

 

Si eres de los que se ha lanzado a tener un huerto urbano sabrás que la mejor parte es la recogida de la cosecha. Que llegue el verano y tener un montón de verduras y hortalizas para recoger, tantas que quizá incluso no das abasto para consumir. Si aún regalando a familia y amigos te sigue sobrando, la solución son las conservas. A continuación te damos unos trucos y consejos para no desperdiciar comida y seguir aprovechando esos productos en invierno: 

 

 

Cómo conservar la cosecha de pimientos

Para poder usar los pimientos durante el invierno en salteados, ensaladas o sándwiches, lo único que necesitas es un poco de espacio extra en la nevera y el congelador.

Para congelarlos se recomienda cortar cada pimiento por la mitad y quitarles el corazón y las semillas, luego córtalos en juliana o en cuartos, guárdalos en una bolsa especial para congelar y asegúrate de quitarle bien todo el aire. Ya está listo para congelar. 

 

Para conservarlos en vinagre, lo suyo es limpiarlos igual que en el proceso anterior y luego meter en un frasco los pimientos picados sin llenarlo completamente. Vierte vinagre blanco en el frasco hasta que los pimientos queden bien cubiertos. Después puedes conservarlo en la parte posterior de la nevera hasta todo un año.

 

Cómo conservar la cosecha de tomates

 

Aunque los tomates congelados no tienen ni punto de comparación con los envasados,

a veces esta técnica es la más adecuada.

Puedes optar por congelarlos enteros guardándolos previamente en una bolsa para congelar. Ten en cuenta que estos tomates solo podrán usarse en comidas que lleven cocción como sopas o salsas.

También puedes conservarlos en aceite cortándolos en cuartos dentro de un frasco y cubriéndolos con aceite de oliva.

Guarda el frasco en la parte posterior de la nevera.

 

 

 

Cómo hacer mermelada

 

Mermelada de frutas del bosque: Necesitarás un 1 kilo de frutas del bosque, 500 gramos de azúcar y el zumo de medio limón. Coloca todos los ingredientes en una olla y déjalos macerar unas horas. A continuación, ponlos a cocer a fuego lento durante unos 40 minutos removiendo lentamente de vez en cuando. Coloca la mermelada caliente en un tarro de cristal esterilizado, ciérralo bien y dale la vuelta durante 24 horas para hacer el vacío.

Mermelada de naranja: Separa 3 naranjas grandes sin la parte blanca ni las pepitas, 550 gramos de azúcar y el zumo de un limón. En una olla cuece 40 minutos a fuego lento la pulpa y la piel de la naranja removiendo de vez en cuando. Añade el azúcar, el zumo de limón y cuece 10 minutos adicionales. Guarda la mermelada en un tarro de cristal esterilizado y pásalo por baño maría 30 minutos para envasar al vacío.

Melocotones en almíbar: Utilizarás 1 kilo de melocotones, 500 gramos de azúcar y 1 litro de agua. Debes lavar y pelar la fruta, cortarla por la mitad y retirar el hueso. Calienta el agua con el azúcar y cuando hierva introduce los melocotones y deja reposar durante 3 horas. Guarda los melocotones en botes y vuelve a hervir el almíbar 3 minutos más para después introducirlo en los botes de los melocotones. Cierra bien los botes y envásalos al vacío introduciéndolos 30 minutos al baño maría.

 

 

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